Empecemos con esto

Voy a contar batallitas, y con eso explicaré a qué viene esto de montar un blog en pleno 2024, cuando se supone que los blogs personales son material caducado o de cuatro irreductibles que se niegan a reconocer que su tiempo ha pasado. En fin, como alguien que ya escribía blogs hace más de veinte años sí tengo que reconocer que muchas cosas han cambiado. Las redes sociales lo han corromcambiado todo: relaciones personales, repercusión de las opiniones… Incluso ha cambiado la forma de hacer política (a peor, en mi opinión). Ojo, no quiero decir con esto que el saldo global del impacto de las redes sociales sobre la sociedad haya sido negativo, pero su inmediatez no redunda en la calidad del debate razonado de ideas.

Muchas cosas han cambiado también en el mundillo de los blogs en este casi cuarto de siglo, y una de las más importantes tiene que ver con la democratización del autoalojamiento de servidores, la increíble evolución de las conexiones de datos domésticas, etc. También dentro de los mismos blogs han cambiado algunas cosas como la apariencia (ahora se prefieren temas minimalistas frente a la explosión de colores chillones de los primeros tiempos), una menor interacción entre blogs (aquello de los blogroll también pasó a la historia en la mayoría de las páginas), e incluso en los comentarios, que ya no son ni tan populares ni tan frecuentes en los blogs actuales debido al problema del spam y a la toxicidad de algunos «comentaristas». Este blog, por ejemplo, no va a admitir comentarios. Pero de todos los cambios, el que me parece más relevante es la excesiva monetización de los contenidos, hasta el punto de que muchos de estos blogs se han convertido en sitios más preocupados por mostrar anuncios que información de utilidad. La consiguiente «carrera armamentística» entre anunciantes y bloqueadores de anuncios no era sino una consecuencia inevitable.

En fin, para ser una primera entrada tampoco quiero dar mucho más la chapa. Sólo decir que estoy frontalmente en contra de la mayor parte de la evolución bloguera tal como la he vivido y contado, y que por ese motivo aquí no vais a ver anuncios, molestos pop-ups ni absurdas cookies, ni de terceros ni de segundos. Comentarios, críticas y sugerencias a mi cuenta de Mastodon (una de esas cosas chulas que tampoco existían en los primeros tiempos de los blogs), que podéis encontrar en la barra lateral de esta página.